Volver al Evangelio es creer en Jesús, que nos invita a cultivar intensamente un tipo de relaciones y encuentros, que nos vinculan como creyentes con la persona de Jesús, su vida y su testimonio.
Se cree en una persona y luego en su mensaje, es lo que expresa el discípulo que aprende del Maestro las actitudes, valores y comportamientos, que configuran su vida. Podemos afirmar que ser cristianos es seguir a Jesús con la totalidad de la persona, en sus ideas (cabeza), sus sentimientos (corazón) y operación (manos y pies). El creyente se nutre de Jesús en la formación y en el estudio. Se alimenta en la oración y las celebraciones. Se cultiva, sobre todo en las obras evangélicas, viviendo las bienaventuranzas. Quien cree y experimenta a Jesús lo comunica porque vive un encuentro con el Maestro interior que se convierte en norma de vida, y la mantiene unido como el sarmiento a la vid (Jn 15,1-6). Seguir leyendo